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Anastasia y Ageda- Post escrito por A.


?EURoeRespecto a los dragones, siempre hemos pensado que son malos porque echan fuego por la boca y matan a gente tal y como hemos visto en las películas, y que por eso hay que luchar contra ellos. El protagonista de la película, que es ?EURoeel bueno?EUR? que lucha con todas sus fuerzas contra el dragón ?EURoemalo?EUR?, no se da cuenta que el dragón es mucho más grande que él y dispone de armas como el fuego que el hombre no tiene. Entonces, podríamos pensar que luchar contra el dragón es en balde, ya que, a priori, tenemos todas las de perder. Llegado a este punto ¿no sería mejor cambiar el punto de vista y cambiar el guión de la película por otro en el que nadie salga herido? ¿y si en vez de luchar contra el dragón, luchamos con él? ¿y si aceptamos y entendemos que los dragones están aquí viviendo entre nosotros y nos hacemos aliados de ellos? ¿y si les ponemos nombre y apellido a esos dragones y convivimos con ellos de la mejor manera posible?

Yo, personalmente tengo un dragón en casa que se llama Anastasia. Anastasia me crea mucha ansiedad y cada vez que me visita me cuesta mucho respirar profundamente y me quedo como si fuera a ahogarme. Cuando Anastasia me empezó a visitar las primeras veces, empecé a luchar contra ella ya que no me dejaba seguir con mi vida, me paralizaba y el simple hecho de salir a la calle era un esfuerzo enorme. Me enfadaba mucho con ella porque no le entendía, ni quería entenderla, tampoco aceptaba que estuviera en mi casa porque yo no la invité. En cuanto me dí cuenta que ella tenía más fuerza que yo y que estaba tomando el control de mi vida, empecé a cambiar el guión de mi película. Empecé a hablar con ella y le preguntaba dudas que tenía, como porque había venido a mi casa sin invitarla. Es ahí donde empecé a entender a Anastasia y poco a poco, a aceptar que si iba a seguir viviendo en mi casa, tendría que aprender a convivir con ella de la mejor manera posible. Desde entonces me he ido dando cuenta que al aliarme con ella, he podido seguir viviendo mi vida, respirando cada vez más profundamente, y no me ha impedido salir a comprar el pan.
Para concluir, quisiera remarcar que nosotros no somos los dragones que habitan en nuestra casa. Yo no soy Anastasia, soy Ageda y Anastasia es la invitada.

Yo y Anastasia, Anastasia y yo?EUR?.

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